Ayer, de nuevo, nos toco despedir a una niña, llamada Aya. Dejo esta vida a la edad de nueve años.
Aya,era una niña que su padre la trajo a España con 22 días para evitar que muriese en su país. Los medios por los que llego no importa; lo que importa es que llego al Materno Infantil.
Era el muñeco de la planta, estaba sola y muy grave, pero con los mimos de todo el personal fue saliendo adelante.
Una compañera, fue creando unos lazos que luego fraguaron en un acogimiento junto a su marido.
No eran sus padres y aun sabiendo las probabilidades escasas de vida así lo aceptaron.
Le entregaron todo su amor, su juventud, sus ratos de salida,sus amistades, su casa adaptada para ella.... Toda una vida para estar con su pequeña Aya.
Esa Aya, picarona,celosa, de todo aquello que le arrebatara una pizca de cariño de sus padres.
Esa Aya, que para " enfadar a Malika" nunca le hablaba pero cuando llegaba a casa, les decía a todos que Mali, le había dando un beso en su cabecita....
En fin tantas cosas que ha tenido la dicha de disfrutar junto a sus padres.
Conoció a sus padres biologicos y a sus hermanos; Y el abrazo de esas dos madres conmovedor ante el dolor por la perdida de una hija.
Gracias Manolo e Isa, por todo lo que le habéis dado a Aya; esos años de vida y de felicidad.Gracias por vuestra generosidad y entrega.
El vació es grande en vosotros pero sabéis que ella ,allá donde este, esta cuidando y animándoos a seguir caminando.
CEMENTERIO MUSULMÁN
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